Las truchas arcoíris tienen una ‘brújula’ en el hocico
A nivel fisiológico, es muy difícil explicar por qué
hay especies capaces de orientarse gracias al campo magnético terrestre”
Un equipo internacional ha
publicado en la revista Proceedings
of National Academy of Science (PNAS) un método
para aislar las células magnetorreceptoras que permiten a muchos animales
orientarse con el campo magnético de la Tierra. Los científicos han probado con
éxito la nueva técnica en el tejido olfativo de las truchas arcoíris (Oncorhynchus mykiss).
“A nivel fisiológico, es muy
difícil explicar por qué hay especies capaces de orientarse gracias al campo
magnético terrestre”, explica a SINC Michael Winklhofer, investigador de la
Universidad de Múnich (Alemania) y coautor del estudio.
El nuevo método consiguió aislar en truchas arcoíris (Oncorhynchus mykiss) los receptores
que comprenden el compás interno de estos peces. “Las células que hemos
encontrado tienen una brújula interna extremadamente magnética”, puntualiza
Winklhofer.
Los científicos colocaron tejido nasal de la trucha
bajo un microscopio óptico. Gracias a un campo magnético externo, con una
potencia 40 veces superior al de la Tierra, identificaron las células
magnéticas por su movimiento rotacional causado por la presencia del
‘imán’.
Después, los investigadores analizaron estas células
en detalle y descubrieron que contenían partículas magnéticas ricas en hierro,
ancladas a su membrana celular. Además, los autores concluyeron que las células
eran 100 veces más sensibles a los campos magnéticas de lo que se
pensaba.
Los investigadores van a probar el nuevo método en
palomas mensajeras (Columba livia). “Honestamente,
no sabemos cómo son las células magnetorreceptoras en los pájaros –confiesa
Winklhofer–. Las últimas candidatas en el pico de las palomas eran macrófagos y
no eran neuronas”, tal y como informó SINC el pasado abril.